Las flores preservadas son flores 100% naturales que, tras ser cortadas, son sometidas a un proceso en el cual se sustituye la savia y el agua de la misma por un líquido preservante que consigue que su color, forma y hasta olor se mantengan por muchísimos años. Para mantenerlas basta con protegerlas de la luz directa del sol, el agua y la humedad y quitarles el polvo ocasionalmente.